Agricultura Regenerativa
Efectos de la Agricultura Intensiva
Uno de los factores principales que contribuye al al declive en la entomofauna es la perdida del habitat derivada de la agricultura intensiva. A nivel mundial, la intensificación agrícola ha tenido una serie de efectos inesperados. Numerosas especies y sus servicios ecosistémicos se ven afectados por la contaminación agroquímica, la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y hábitat, y el cambio climático causado por las actividades convencionales. El uso de fertilizantes sintéticos, herbicidas, insecticidas, fungicidas y la labranza en las operaciones agrícolas convencionales resulta en la extensión de tierras cultivables y la pérdida de hábitat. Cada año, el planeta pierde alrededor de 100 millones de hectáreas de tierras fértiles y nutritivas. La imparcialidad en la degradación de la tierra a nivel mundial requerirá la restauración de 1.5 mil millones de hectáreas de tierra para el 2030 si las tendencias actuales continuan. (FAO, 2021).
Introducción a la Agricultura Regenerativa
El objetivo de la agricultura regenerativa es mejorar y restaurar la salud de los ecosistemas y la biodiversidad. Se centra en fortalecer la salud del suelo mediante la implementación de técnicas de construcción y mantenimiento de suelos ricos en nutrientes, como el compostaje, la reducción de la labranza y el uso de cultivos de cobertura. Agricultura Regenerativa integra técnicas naturales de manejo de plagas y fomenta sistemas agrícolas más resilientes al promover la diversidad en los cultivos y el ganado. También enfatiza la captura de carbono, que contribuye a mitigar el cambio climático al absorber dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en el suelo. Mejorar la retención de agua en el suelo y reducir la escorrentía optimiza la gestión del agua. Además de producir alimentos de alta calidad, este enfoque integral fortalece los ciclos del agua, restaura suelos degradados, incrementa la biodiversidad y refuerza la resiliencia de los ecosistemas. La agricultura regenerativa no solo restaura y mejora la salud de los ecosistemas y la biodiversidad, sino que también desempeña un papel crucial en la recuperación de las poblaciones de insectos. Al mejorar la salud del suelo mediante prácticas como los cultivos de cobertura, la reducción de la labranza y el compostaje, esta forma de agricultura crea un entorno más favorable para los insectos, que prosperan en suelos ricos en nutrientes y con menor perturbación. La mayoría concuerda en que los cuatro pilares de una estrategia de manejo de tierras regenerativas son, abandonar la labranza, fomentar la diversidad de plantas en la finca, eliminar actividades de suelos desnudos e integrar ganado y producción (Merfield, 2019). A continuación, se explican estos cuatro pilares:
Abandono de la Labranza
Las soluciones de agricultura regenerativa que incorporan prácticas de no labranza o labranza reducida ofrecen un enfoque integral para revertir el declive de insectos y apoyar una agricultura sostenible. Al reducir la perturbación del suelo, la agricultura regenerativa protege los hábitats de los insectos y fomenta ecosistemas de suelo diversos, esenciales para las poblaciones de insectos. Esta estrategia se alinea con los principios guía de la agricultura regenerativa, enfatizando la resiliencia ecológica, la biodiversidad y la salud del suelo. La agricultura regenerativa crea un entorno propicio para que los insectos prosperen al promover ecosistemas diversificados y suelos saludables, lo que a su vez mejora la resiliencia y productividad de los sistemas agrícolas en su conjunto.
Fomentar la Diversidad de Plantas en la Finca
Esto implica implementar prácticas agrícolas que fomenten el crecimiento de una amplia variedad de especies vegetales. Este enfoque contrasta con la agricultura de monocultivo, donde se cultiva una sola especie agrícola. La diversidad de plantas en las fincas se puede lograr mediante distintos métodos como la rotación de cultivos, la siembra intercalada, la agroforestería y la siembra de cultivos de cobertura. Este entorno variado actúa como una barrera natural contra plagas y enfermedades, además de mejorar la salud del suelo al fomentar una variedad de poblaciones microbianas. La alteración de los ciclos de vida de las plagas y la disminución de la dependencia de pesticidas químicos son ventajas notables que promueven un hábitat más saludable para los insectos. Las fincas que adoptan la diversidad de plantas pueden mejorar la sostenibilidad, volverse más resilientes al cambio climático y contribuir a la preservación de las poblaciones de insectos que son críticas para el suministro alimentario mundial.
Eliminación de Suelos Desnudos
El manejo del suelo desnudo es esencial para preservar el equilibrio del ecosistema y mantener una población saludable de insectos. La tierra expuesta a los elementos—sin vegetación, mantillo u otra cubierta protectora—es más vulnerable a la erosión causada por el viento y el agua. La erosión puede reducir la fertilidad del suelo, provocar la pérdida de la capa superior y generar efectos adversos en los ecosistemas cercanos. Para solucionar esto, la agricultura regenerativa promueve técnicas como el uso de mantillo y la siembra de cultivos de cobertura. Los suelos saludables sustentan comunidades vegetales diversas, que a su vez proporcionan refugio y alimento a los insectos. Al conservar la cobertura del suelo y aumentar la biodiversidad, la agricultura regenerativa fomenta un entorno estable que favorece la resiliencia y recuperación de las poblaciones de insectos, mejorando así la salud general de los ecosistemas.
Integración de Ganado y Producción
Integrar el ganado en los sistemas de producción dentro del contexto de la agricultura regenerativa es vital tanto para la salud del suelo como para la conservación de las poblaciones de insectos. Manejado mediante prácticas como el pastoreo rotacional o la gestión holística, el ganado contribuye a la creación de hábitats diversos, promoviendo la diversidad de insectos. Además, sus patrones de pastoreo ayudan a mantener paisajes heterogéneos, fomentando diversos hábitats para insectos. El estiércol del ganado enriquece la fertilidad del suelo, apoyando comunidades microbianas esenciales para las poblaciones de insectos de manera indirecta. Sin embargo, la gestión cuidadosa es crucial para evitar el sobrepastoreo y la degradación del hábitat, asegurando que la integración del ganado sustente tanto la productividad agrícola como la biodiversidad de insectos dentro de los sistemas agrícolas regenerativos.
Casos de Éxito en Agricultura y Ganadería
Las Cañadas, Centro Agroecológico en Huatusco, Veracruz
En el Centro AgroecológicoLas Cañadas' en Huatusco, Veracruz, el manejo agroecológico se ha practicado durante aproximadamente 25 años como una alternativa a la agricultura convencional. Su enfoque se basa en los principios de sistemas cerrados, donde los residuos orgánicos se reciclan de vuelta al suelo. Además, emplean sistemas diversos de bajo insumo y manejo orgánico del suelo. El proyecto Las Cañadas tiene como objetivo producir alimentos de manera sostenible, al mismo tiempo que conserva los recursos naturales. Para ello, implementan diversas técnicas, como los sistemas silvopastoriles, el cultivo en callejones, los métodos biointensivos y los bosques comestibles.
ENDESU. Ganadería Regenerativa en Ixhuacán de los Reyes, Veracruz
En 2020, ENDESU inició un proyecto de ganadería regenerativa en la región, con el objetivo de transformar las prácticas convencionales de manejo del ganado hacia enfoques más sostenibles y amigables con el medio ambiente. Este proyecto implicó la implementación de pastoreo rotacional, técnicas de gestión holística y métodos de conservación del suelo para mejorar la salud del mismo, la biodiversidad y la resiliencia del ecosistema. Al enfocarse en prácticas regenerativas, ENDESU busca mejorar la productividad y rentabilidad de las operaciones ganaderas mientras promueve la conservación ambiental y el desarrollo rural en Ixhuacán de los Reyes y otros municipios.