Insectos Comestibles en la Cultura Mexicana

Panorama de la Entomofagia

Contexto Cultural e Histórico en México

La costumbre de consumir insectos como alimento, es conocida como entomofagia, es una práctica que ha existido durante siglos y en numerosas civilizaciones. Alrededor de dos mil millones de personas en todo el mundo, principalmente en países de Asia, África y América Latina, consumen insectos regularmente como parte de su dieta. Comer una variedad de insectos, como orugas, escarabajos, grillos y saltamontes, es parte de este hábito. Los insectos son altamente nutritivos, ricos en proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales. Se consideran una alternativa sostenible a la ganadería tradicional debido a su eficiencia en la conversión de alimento para producir carne, menores emisiones de gases de efecto invernadero y el uso mínimo de tierra y agua.

Los insectos han sido atribuidos con un estatus sagrado en muchas culturas antiguas, destacando su importancia más allá de la nutrición. Esta reverencia se extendió a una variedad de insectos comestibles en todo el mundo, incluyendo:

  • Escarabajos (Coleoptera): 468 especies
  • Hormigas, Avispas y Abejas (Hymenoptera): 351 especies
  • Saltamontes y Grillos (Orthoptera): 267 especies
  • Mariposas y Polillas (Lepidoptera): 253 especies
  • Chinches (Hemiptera): 102 especies
  • Cigarras (Homoptera): 78 especies
  • Termitas (Isoptera): 61 especies
  • Moscas (Diptera): 34 especies
  • Libélulas y Caballitos del Diablo (Odonata): 29 especies

En México, el consumo de insectos tiene profundas raíces históricas, que datan de tiempos precolombinos. Algunos insectos comestibles eran altamente valorados e incluso se utilizaban como tributos a los emperadores aztecas. Estos incluían:

  • Escamoles (larvas de hormiga)
  • Gusano de maguey (gusano de maguey)
  • Algunas mariposas

Estos insectos tenían una gran importancia cultural y económica. Si un insecto totémico, considerado sagrado, no era consumido, existía el riesgo de que no estuviera disponible en cantidades suficientes para su uso futuro como fuente de alimento. Alrededor del 89% de las asociaciones registradas con insectos en la cultura mexicana son positivas (Ramos-Elorduy, 2004). Estos insectos no solo eran vistos como sagrados, sino que también desempeñaban un papel fundamental en las prácticas culturales y religiosas de las civilizaciones antiguas. 

Consumo de Especies de Insectos por Entidad Federal

Según el muestreo de insectos comestibles realizado en 2004 por Ramos-Elorduy en varios estados del país, el estado de Chiapas ocupó el primer lugar con un total de 159 especies de insectos comestibles, seguido por el Estado de México con 152 especies, Hidalgo con 143 especies, Oaxaca con 134 especies y Veracruz con 112 especies. Las órdenes más consumidas fueron: Hymenoptera con 407 especies, Hemiptera con 231 especies, Coleoptera con 226 especies, Orthoptera con 175 especies y Lepidoptera con 126 especies.

Perfil Nutricional de los Insectos Comestibles

Con una amplia variedad de elementos vitales, los insectos comestibles son una fuente prometedora de nutrición. El valor nutricional puede variar considerablemente entre diferentes órdenes de insectos. Por ejemplo, los insectos que pertenecen a los órdenes Orthoptera y Coleoptera, como los gusanos de harina y los grillos, tienen un alto contenido de proteínas: el 60-70% de su peso seco es proteína. Esto tiene más proteínas que las fuentes tradicionales de carne, como el pollo o la carne de res. Además, aminoácidos importantes como la metionina y la lisina, necesarios para la salud humana pero que no siempre están presentes en dietas basadas únicamente en plantas, se encuentran frecuentemente en los insectos comestibles.

En términos de contenido de grasa, los insectos comestibles pueden contener grasas saludables insaturadas, incluidos los ácidos grasos omega-3 y omega-6, que son beneficiosos para la salud cardiovascular. Además, son ricos en minerales como hierro, calcio, zinc y magnesio, que son cruciales para varias funciones fisiológicas. Estos atributos nutricionales hacen de los insectos comestibles una alternativa sostenible y nutritiva a las fuentes convencionales de carne, lo que podría abordar los desafíos globales de seguridad alimentaria mientras se reduce el impacto ambiental en comparación con la ganadería. A medida que la investigación continúa explorando los beneficios nutricionales de diferentes órdenes de insectos, su integración en las dietas convencionales podría ofrecer beneficios sustanciales para la salud y el medio ambiente a nivel mundial.

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